EL BARRIO DE HOY:
Según la base de datos del SISBEN, hoy el barrio Alfonso López, cuenta con un total de 304 hogares, para una población de 1.204 personas procedente de otros barrios de la ciudad de Montería, desplazados del campo de las regiones del Alto Sinú, del Urabá Antioqueño y Cordobés, del Chocó y de otros departamentos de Colombia.
El barrio cuenta actualmente con servicios públicos tales como luz, que es un poco deficiente; agua, cuyas redes son insuficientes para la población existente, no es permanente y tiene muchas filtraciones; gas natural, que el servicio sólo lo tienen en algunas partes; el servicio de recolección de basuras tres veces a la semana y se cuenta con redes para el alcantarillado, pero este nunca ha funcionado. De igual forma, algunas familias poseen servicio telefónico, el cual ha sido desplazado en gran parte por la telefonía celular. En el barrio abunda en cualquier esquina la venta de minutos.
La mayor parte de las viviendas son de concreto y madera con techo de zinc, otras son de bahareque y/o balsas con techo de paja, zinc o plástico. Algunas están en buen estado mientras que otras oscilan entre regulares y mal estado.
La vía de acceso al barrio es la conocida como “La principal de Alfonso López”, por donde transitan los buses y taxis de servicio público, peseros, mototaxistas y personas que tienen como su medio de transporte la bicicleta. En estos momentos está en proceso de repavimentación, porque estaba en malas condiciones, aspecto que mantuvo al barrio Alfonso López y barrios aledaños sin el servicio de buses urbanos. Existen algunas calles adoquinadas, otras reparchadas con el material (pavimento) que quitaron de la principal de la Granja y Alfonso López. Estas se hicieron con el trabajo de la comunidad; la mayoría de las calles del barrio están destapadas y casi siempre en malas condiciones. Cono no existe el alcantarillado, se han construido algunas cunetas que con el tiempo y el poco mantenimiento que se le hacen se han ido destruyendo. Algunos habitantes prefieren taparlas porque el mal olor que emana de ellas se torna insoportable.
En la actualidad, no se cuenta con un puesto de Salud, los habitantes deben desplazarse al del barrio Villa Margarita. Gran parte de la población tiene el carnet del SISBEN y utilizan los servicios que se prestan en los diferentes CAMU, Clínicas u Hospital de la ciudad. Otros no cuentan con ningún tipo de carnet que le garantice ser atendidos cuando se enferman, mientras que otros que trabajan cuentan con carnet de medicina prepagada.
Los habitantes del barrio Alfonso López, gran parte consiguen su sustento a través del “rebusque diario”, son vendedores ambulantes, mototaxistas, taxistas, chanceros y algunos han contado con la suerte de vincularse a algún empleo de oficina, almacén o empresas de carácter público privado, pero la realidad de una gran mayoría es que son desempleados desde hace mucho rato. Algunos manifiestan que nunca han tenido la oportunidad de trabajar en algo que verdaderamente represente ingresos que alcancen para el sustento digno de su familia, entre ellos, algunos profesionales. También existen entre los pobladores trabajadores independientes que se dedican sobretodo al comercio (tiendas, droguerías, misceláneas, SAI, papelería, entre otros). Las mujeres generalmente trabajas como empleadas domésticas en otros barrios de la ciudad, mientras que otras se dedican a lavar y aplanchar para “ganarse el día”, a vender fritos, a vender minutos, entre otros oficios, otras son secretarias o profesionales que trabajan ganándose el salario mínimo. De igual forma, existen niños que trabajan para sostenerse y ayudar a sus padres, generalmente lo hacen en el Mercado del Sur, en talleres de moto o bicicleta, cobradores de peseros, o cuidando carros a la salida de supermercados de la ciudad. Frecuentemente se ven jóvenes desocupados deambulando por las calles del barrio o jugando cartas, dominó o probando suerte en las maquinitas tragamonedas que existen en algunas tiendas del barrio o negocios dedicados exclusivamente a ello, sin tener en cuenta que algunas veces son menores de edad. En fin este grueso de habitantes realizan todo tipo de actividades que les represente ganar dinero fácil.
A pesar de que el barrio no cuenta con canchas deportivas ni sitios de recreación, se conforman equipos de microfútbol, fútbol, bolita de caucho y organizan torneos que realizan en la cancha de la Institución Educativa Villa Margarita Sede Alfonso López, durante las noches y fines de semana, de igual forma, hacen uso del frente de la Sede. Cuando existía al fondo del barrio la pista de motocross en terrenos privados de los Zumaqué, se realizaban competencias, pero debido a las apuestas que se hacían, últimamente se protagonizaban peleas entre los habitantes y visitantes de otros barrios. A causa de ello, la pista fue cerrada.
A los habitantes del barrio les gusta escuchar música a volumen alto, sacan los equipos de sonido a la puerta de su casa y colocan música variada, sobretodo el vallenato, el reguetón, salsa, pero la champeta es su preferida: la bailan y la cantan con mucho estilo y ritmo.
Sabedores de que en nuestro país existe libertad de culto, la población profesa toda clase de credo, entre ellos, católico, evangélico, testigo de Jehová… Se ha conservado la costumbre de las verbenas en época del reinado popular de la Ganadería, la quema de Judas el último día de la semana santa y la gastronomía propia de la época, entre otras.
De igual forma, existen asociaciones que trabajan por el progreso de la comunidad, entre ellas: La acción Comunal del sector El Campano y la del sector La Ciénaga, Fundación Nuevo Horizonte, Fundación La Casita de los Niños, Fundación de los niños y las niñas Huellas de Amor.
Según la base de datos del SISBEN, hoy el barrio Alfonso López, cuenta con un total de 304 hogares, para una población de 1.204 personas procedente de otros barrios de la ciudad de Montería, desplazados del campo de las regiones del Alto Sinú, del Urabá Antioqueño y Cordobés, del Chocó y de otros departamentos de Colombia.
El barrio cuenta actualmente con servicios públicos tales como luz, que es un poco deficiente; agua, cuyas redes son insuficientes para la población existente, no es permanente y tiene muchas filtraciones; gas natural, que el servicio sólo lo tienen en algunas partes; el servicio de recolección de basuras tres veces a la semana y se cuenta con redes para el alcantarillado, pero este nunca ha funcionado. De igual forma, algunas familias poseen servicio telefónico, el cual ha sido desplazado en gran parte por la telefonía celular. En el barrio abunda en cualquier esquina la venta de minutos.
La mayor parte de las viviendas son de concreto y madera con techo de zinc, otras son de bahareque y/o balsas con techo de paja, zinc o plástico. Algunas están en buen estado mientras que otras oscilan entre regulares y mal estado.
La vía de acceso al barrio es la conocida como “La principal de Alfonso López”, por donde transitan los buses y taxis de servicio público, peseros, mototaxistas y personas que tienen como su medio de transporte la bicicleta. En estos momentos está en proceso de repavimentación, porque estaba en malas condiciones, aspecto que mantuvo al barrio Alfonso López y barrios aledaños sin el servicio de buses urbanos. Existen algunas calles adoquinadas, otras reparchadas con el material (pavimento) que quitaron de la principal de la Granja y Alfonso López. Estas se hicieron con el trabajo de la comunidad; la mayoría de las calles del barrio están destapadas y casi siempre en malas condiciones. Cono no existe el alcantarillado, se han construido algunas cunetas que con el tiempo y el poco mantenimiento que se le hacen se han ido destruyendo. Algunos habitantes prefieren taparlas porque el mal olor que emana de ellas se torna insoportable.
En la actualidad, no se cuenta con un puesto de Salud, los habitantes deben desplazarse al del barrio Villa Margarita. Gran parte de la población tiene el carnet del SISBEN y utilizan los servicios que se prestan en los diferentes CAMU, Clínicas u Hospital de la ciudad. Otros no cuentan con ningún tipo de carnet que le garantice ser atendidos cuando se enferman, mientras que otros que trabajan cuentan con carnet de medicina prepagada.
Los habitantes del barrio Alfonso López, gran parte consiguen su sustento a través del “rebusque diario”, son vendedores ambulantes, mototaxistas, taxistas, chanceros y algunos han contado con la suerte de vincularse a algún empleo de oficina, almacén o empresas de carácter público privado, pero la realidad de una gran mayoría es que son desempleados desde hace mucho rato. Algunos manifiestan que nunca han tenido la oportunidad de trabajar en algo que verdaderamente represente ingresos que alcancen para el sustento digno de su familia, entre ellos, algunos profesionales. También existen entre los pobladores trabajadores independientes que se dedican sobretodo al comercio (tiendas, droguerías, misceláneas, SAI, papelería, entre otros). Las mujeres generalmente trabajas como empleadas domésticas en otros barrios de la ciudad, mientras que otras se dedican a lavar y aplanchar para “ganarse el día”, a vender fritos, a vender minutos, entre otros oficios, otras son secretarias o profesionales que trabajan ganándose el salario mínimo. De igual forma, existen niños que trabajan para sostenerse y ayudar a sus padres, generalmente lo hacen en el Mercado del Sur, en talleres de moto o bicicleta, cobradores de peseros, o cuidando carros a la salida de supermercados de la ciudad. Frecuentemente se ven jóvenes desocupados deambulando por las calles del barrio o jugando cartas, dominó o probando suerte en las maquinitas tragamonedas que existen en algunas tiendas del barrio o negocios dedicados exclusivamente a ello, sin tener en cuenta que algunas veces son menores de edad. En fin este grueso de habitantes realizan todo tipo de actividades que les represente ganar dinero fácil.
A pesar de que el barrio no cuenta con canchas deportivas ni sitios de recreación, se conforman equipos de microfútbol, fútbol, bolita de caucho y organizan torneos que realizan en la cancha de la Institución Educativa Villa Margarita Sede Alfonso López, durante las noches y fines de semana, de igual forma, hacen uso del frente de la Sede. Cuando existía al fondo del barrio la pista de motocross en terrenos privados de los Zumaqué, se realizaban competencias, pero debido a las apuestas que se hacían, últimamente se protagonizaban peleas entre los habitantes y visitantes de otros barrios. A causa de ello, la pista fue cerrada.
A los habitantes del barrio les gusta escuchar música a volumen alto, sacan los equipos de sonido a la puerta de su casa y colocan música variada, sobretodo el vallenato, el reguetón, salsa, pero la champeta es su preferida: la bailan y la cantan con mucho estilo y ritmo.
Sabedores de que en nuestro país existe libertad de culto, la población profesa toda clase de credo, entre ellos, católico, evangélico, testigo de Jehová… Se ha conservado la costumbre de las verbenas en época del reinado popular de la Ganadería, la quema de Judas el último día de la semana santa y la gastronomía propia de la época, entre otras.
De igual forma, existen asociaciones que trabajan por el progreso de la comunidad, entre ellas: La acción Comunal del sector El Campano y la del sector La Ciénaga, Fundación Nuevo Horizonte, Fundación La Casita de los Niños, Fundación de los niños y las niñas Huellas de Amor.
1 comentario:
UN PUEBLO SIN MEMORIA ES UN PUEBLO SIN FUTURO
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