ANÉCDOTAS:

Las añoranzas de la ciénaga de los Garcés, hoy de los Zumaqué:

Cuentan algunos asiduos visitantes de los que en tiempos atrás fue la ciénaga  de los Garcés, hoy ciénaga de los Zumaqué, ubicada al sur del barrio Alfonso López, un hermoso y rico  humedal donde abundaba una variada fauna, entre ella el pisingo, el cacó, y las mojarras amarillas, sitio donde a su vez los habitantes del barrio conseguían su sustento haciendo uso de la caza y pesca de dichos animales, como también del corte de la enea, la cual era utilizada para fabricar esteras que más tarde vendías en los otros barrios de la ciudad. Hoy es añorada, porque poco a poco, a consecuencia de la reproducción de la planta denominada “oreja de mulo”,  del descuido y de la contaminación, se fue formando lo que sus habitantes denominan “el firme”, quien le quitó su encanto y deterioró su riqueza natural.

Recuerdan que el sitio denominado “La Cristalina”, nombre que le dieron por la transparencia de sus aguas, era el lugar más apetecido para disfrutar de un deleitante baño, pero también el más peligroso, porque allí comenzó a formarse “el firme”. A pesar de ello, muchos se lanzaban y eran atrapados en su espesor, cuentan que en ese lugar se entrelazaban las plantas de oreja de mulo que se confundían con el suave barro de su fondo, de donde pocos salieron para referir el cuento. En este lugar se ahogaron muchos.

Pero lo que más recuerdan los que contaron esta anécdota (muchachos de esa época que piden no se menciones sus nombres), eran los encuentros clandestinos que sostenían con la “yegua ciega de color blanco” que permanecía en los alrededores de la ciénaga y que se acostumbró tanto al romance secreto que sostenía con esos vigorosos visitantes, que los complació a todos; y eso es tan cierto, que aunque han pasado algunas décadas sigue presente en el recuerdo de quienes disfrutaron de sus favores.


El secuestro del alumbrado:

Cuenta el señor Marcos Asprilla Palacio, uno de los habitantes más antiguos del barrio, que para poder disfrutar del servicio de luz tuvieron que “secuestrarla”, como presidente de la acción comunal de la época (inicios del barrio), en compañía de sus colaboradores, consiguieron postes y alambres viejos y se conectaron a la luz en forma pirata, pero que el alumbrado era tan deficiente que nació la expresión “estás más triste que la luz del barrio Alfonso López”.


 La primera maestra del barrio:

Relata doña Ana Bustamante de González, una de las fundadoras del barrio, que tantas eran las ganas que tenía para que los niños y niñas  estudiaran, que a pesar de no ser maestra ni tener ningún título, se atrevió a fundar en lo que ella llama “su rancho”, la primera escuela del barrio que denominó “Alfonso López”, en honor al presidente de la república de la época. Cuenta que escribió ese nombre en una tablilla y lo colocó al frente de su rancho y más tarde cuando a través de la acción comunal se logró el espacio para construir el colegio público, le cedió tanto el nombre como los estudiantes que tenía. Resalta que para desempeñarse como maestra, contó con la asesoría de su esposo el señor Medardo González, quien tenía conocimiento de ello, porque había sido maestro.


  La primera escuela pública del barrio:

Relata el Especialista Luis Santiago Peñate Beltrán, primer director de la Escuela Urbana Mixta Alfonso López, que cuando llegó al barrio Alfonso López trasladado desde el municipio de Planeta Rica, ya los señores Marcos Asprilla Palacio (primer presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio), Medardo González, Rafael Uparela y José Hernández, entre otros, habían logrado gestionar ante Secretaría de Educación el nombramiento de la profesora Luzmarina Pérez y también el traslado de la profesora Sofía Villadiego. Los tres se reunieron con los miembros de la Acción Comunal el 10 de abril de 1.975 y decidieron iniciar labores académicas con los 36 estudiantes que le cedió la señora Ana Bustamante de González, en el sitio donde hoy se encuentra ubicada la Sede Alfonso López de la Institución Educativa Villa Margarita. Iniciaron en un rancho de palma que se construyó para dicho fin. Cuenta que fue un trabajo arduo lograr acondicionar la escuela, pero que siempre contó con la colaboración de la comunidad y del cuerpo de docentes que poco a poco se fue conformando, producto de la necesidad del servicio. Alfonso López, tal como la colocó la señora Ana Bustamante de González, fue la primera institución de carácter público de todos los alrededores. En su época de gloria, como la llama, se logró conformar un cuerpo de 40 docentes y más de 800 estudiantes, pero a medida que fueron surgiendo nuevos barrios, se fueron creando nuevas escuelas, de igual forma se reubicó una gran población que vivía en el Cerro y poco a poco fue disminuyendo la población estudiantil y algunos docentes fueron trasladados a otras escuelas del municipio.

El 1.976, se gestiona ante la Presidencia de la República, a través del ICCE (Instituto Colombiano de Construcciones Escolares) y el municipio de Montería la construcción de seis aulas, una unidad sanitaria y el cercado del plantel. Tocando puertas, poco a poco se fue acondicionando la planta física que hoy existe: una Unidad administrativa, 11 aulas de clases, una sala de informática, un restaurante escolar, un aula múltiple, un local para la tienda escolar, una unidad sanitaria y una cancha. Desde el 2002 funcionan las dos jornadas bajo la coordinación del Especialista Layden Orozco Álvarez, fecha en la cual fui designado Rector de la Institución Educativa Villa Margarita, por disposición de Secretaría de Educación Municipal. Me mantuve en ese cargo hasta mi retiro forzoso en el 2007. Para terminar afirma que se retira de la Institución y del  magisterio con la satisfacción del deber cumplido


Radionovela “La Castigadora”

El especialista Layden José Orozco Álvarez, uno de los docentes más antiguos de la entonces Escuela Alfonso López, quien se desempeña como coordinador de la Sede una vez se integra la Institución Educativa Villa Margarita (2002), cuenta que en la época en que se emitía al medio día la radionovela “La Castigadora”, las mujeres paralizaban los quehaceres de la casa y acudían donde las vecinas que tenían radio a escuchar cada capítulo. Cierto día, una vecina de la escuela cuyo nombre se le “escapa” en el momento, dejó al hijo pequeño dormido en una hamaca muy cerca de Esso candela donde cocinaba un suculento sancocho de gallina criolla y tranquilamente se fue a escuchar su radionovela, cuando de repente, se oyó una explosión y todas salen corriendo a ver lo que pasaba, la señora con las manos en la cabeza dijo “Dios mío, se explotó el Esso candela”, al llegar a rancho encontró la olla en el piso y las presas diseminadas en el techo y las paredes del rancho. Corrió hacia la hamaca y se dio cuenta que afortunadamente a su hijo no le había pasado nada. Fueron muchos los maridos que pelearon con sus mujeres porque por estar pendientes de la “Castigadora”, la comida se quemaba o estaba tarde.

1 comentario:

ABC.PASANT dijo...

Recordar es vivir, Deseo felicitar a la Especialista Lesvia Garcia de Fernandez por este excelente trabajo donde plasma la historia del barrio, es posible que se pueda enriquecer con la historia de los MENUDOS, la de Pablo veneno y por que no con la historia de los benba, aunque tragicas hacen parte de la memoria historica de todos los criados en Alfonso lopez. Otros temas pueden ser la historia del DIAL. Deportivo Independiente Alfonso LOpez

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